La compañía de biotecnología más popular del mundo ha descubierto que puede clonar a las personas más influyentes de la historia de entre los muertos. Ahora, están subastando clones de Miguel Ángel, Galileo, Vivaldi y otros por decenas de millones de dólares a los ultraricos del mundo. Pero cuando roban la Sábana Santa de Turín y clonan el ADN de Jesucristo, se desata el infierno.